A fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, diversos representantes de la alta sociedad argentina fueron sepultados en criptas por tener títulos pontificios o haber donado iglesias, pero el caso del Doctor Dardo Rocha y su esposa Paula Arana de Rocha es totalmente distinto”, escribieron las especialistas Vilma Rosato y Rosana Lofeudo en el artículo “Antecedentes y construcción de la cripta de Dardo Rocha y Paula Arana de Rocha en la Catedral de La Plata”, publicado en 2012 por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP.
Todo comenzó con una disputa familiar.
En un primer momento, los restos de quien fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires y fundador de La Plata, se depositaron en la Recoleta junto a los de su esposa, tal como él mismo lo había dejado por escrito. Bajo este argumento, entonces, los descendientes se negaron al traslado a la Catedral de La Plata, como lo solicitaban el gobierno provincial y los habitantes de la ciudad, que querían tener el cuerpo para rendirle un cercano homenaje.
La cuestión, sin embargo, fue resuelta por la política.
El 17 de julio de 1940, por el decreto provincial 239, se decidió el traslado a La Plata. Pero no fue nada sencillo: hubo que diseñar una obra de ingeniería para que encajara en el templo religioso, alejada del estilo neogótico del edificio. Se creó, incluso, una Comisión Popular de Vecinos para colaborar con los actos. Con el apoyo del Estado, finalmente, la construcción de la cripta en la Catedral fue incluida en las obras de urbanización bajo el gobierno conservador de Manuel Fresco.
“Fue necesario adaptar la estructura de hormigón que sostiene el piso de la Catedral, quedando las vigas y columnas encubiertas por elementos neogóticos revestidos en símil piedra. Como no se había completado la cripta prevista debajo del presbiterio, usual en las catedrales neo medievales, se dispuso que provisoriamente se preparara un espacio adecuado debajo del ingreso de la nave. Y así quedó hasta la actualidad”, explicaron Rosato y Lofeudo, que al momento de su investigación rescataron el rigor de aquella ejecución y el buen mantenimiento posterior, lo que significa que la cripta “no presenta patologías” a 80 años de su construcción.
Al estudiar los planos originales del templo, las expertas advirtieron que se había planificado la construcción de una gran cámara funeraria debajo del presbiterio, obra que, sin embargo, nunca se concretó. Por tanto, en la cripta actual sólo están sepultados Dardo Rocha y su señora. Los restos de obispos y arzobispos, en rigor, están en túmulos en las capillas de los cruceros.
Es por eso que la sepultura de Dardo Rocha, diseñada por el arquitecto de origen noruego Alejandro Christophersen, encierra un carácter excepcional. Se diferenció de otros panteones como los del matrimonio Marín-Ibáñez en La Plata o el empresario cementerio Alfredo Fortabat en el barrio Loma Negra de Olavarría, que como donantes regulares de la iglesia “merecieron ese honor”, según palabras de la jerarquía eclesiástica. A Dardo Rocha, como donante de la iglesia San Ponciano, le hubiera correspondido un sepulcro en dicho templo. No obstante, se argumentó que la cripta en la Catedral daría cobijo al ideólogo de la creación de la ciudad entera.
Pero quien esta en la abandonada tumba del cementerio de la Recoleta?
Por lo expresado en esta nota sería su mujer Paula y alguien más que aun descansan en el mausoleo del cementerio de CABA. Asi es como se encuentra actualmente la tuba de Dardo Rocha y su familia.