En un artículo publicado por el Financial Times, el economista Alan Beattie, exfuncionario del Bank of England y reconocido editorialista, planteó una tesis provocadora: el problema de Argentina no radicaría en “70 años de peronismo”, sino en “120 años de oligarquía” (Beattie, 2009). Este argumento, desarrollado en su libro False Economy: A Surprising Economic History of the World, sostiene que la divergencia entre Argentina y Estados Unidos —países con dotaciones similares de recursos naturales y extensión territorial en el siglo XIX— se explica por diferencias estructurales en sus modelos de desarrollo agrario y político-institucional.
1. Los orígenes divergentes: distribución de la tierra y modelos productivos
A mediados del siglo XIX, ambos países aprovecharon la primera ola de globalización, pero con estrategias opuestas. Mientras Estados Unidos implementó la Homestead Act (1862), que distribuía tierras en parcelas familiares para promover la colonización y la agricultura intensiva, Argentina consolidó un régimen latifundista mediante la Ley de Enfiteusis (1826) y las campañas de conquista del Desierto (1878-1885), que concentraron la propiedad en elites terratenientes (Adelman, 1999). Beattie destaca que este modelo incentivó en EE.UU. la innovación agrícola y una transición temprana hacia la industrialización, mientras que en Argentina perpetuó una economía extensiva basada en ganadería y cereales, con baja productividad (Díaz Alejandro, 1970).
2. La ventana de oportunidad perdida (1880-1914)
Para 1900, Argentina figuraba entre las diez economías más ricas per cápita, rivalizando con EE.UU. en atracción de migrantes europeos (Taylor, 1992). Sin embargo, su dependencia del modelo agroexportador —controlado por una élite que rechazó sistemáticamente políticas industrializadoras— la volvió vulnerable. Como señala la historiografía económica, las elites argentinas privilegiaron la importación de bienes manufacturados antes que invertir en industria local, replicando el patrón británico de división internacional del trabajo (O’Connell, 1984).
3. El punto de quiebre: las guerras mundiales y sus consecuencias
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) marcó un giro crítico. EE.UU. aprovechó su capacidad industrial para suplir a Europa y, tras la guerra, adquirió activos tecnológicos y empresas en el Viejo Continente (Keynes, 1919). Argentina, en cambio, sufrió el colapso de sus exportaciones y careció de un sector industrial capaz de sustituirlas. Beattie sugiere que, de haber triunfado el Sur esclavista en la Guerra Civil estadounidense, EE.UU. podría haber seguido un camino similar al argentino: una economía extractivista dominada por elites agrarias reacias al cambio.
4. La persistencia oligárquica y sus consecuencias
Hasta la llegada del peronismo (1946), la oligarquía argentina mantuvo un modelo de acumulación basado en:
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Exportaciones sin valor agregado, con ganancias en divisas fuertes.
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Compra de tierras y maquinaria en pesos devaluados.
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Represión salarial mediante influencia en gobiernos conservadores (Rock, 1987).
Este esquema, según Beattie, explica por qué Argentina no logró diversificar su economía, a diferencia de EE.UU. o Canadá, que combinaron agricultura con industrialización temprana.
Conclusión
El análisis de Beattie —avalado por historiadores económicos como Piketty (2014)— subraya que el subdesarrollo argentino no fue inevitable, sino resultado de decisiones políticas e institucionales. La oligarquía terrateniente, al priorizar rentas cortoplacistas sobre desarrollo endógeno, hipotecó el potencial del país. Si bien el peronismo y el kirchnerismo intentaron corregir este legado, su evaluación excede los límites de este texto. Lo cierto es que, como advierte el Financial Times, atribuir los males argentinos únicamente al peronismo es ignorar un siglo de estructuras económicas extractivas.
Referencias sugeridas (para ampliar):
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Adelman, J. (1999). Republic of Capital: Buenos Aires and the Legal Transformation of the Atlantic World. Stanford University Press.
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Díaz Alejandro, C. (1970). Essays on the Economic History of the Argentine Republic. Yale University Press.
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Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Harvard University Press.