Informe Especial: El Caso de Miguel Bru
1. Introducción: Un Símbolo de la Lucha Contra la Violencia Institucional
Miguel Bru, conocido como “Miguelo” entre sus cercanos, era un estudiante de Periodismo de 23 años en la Universidad Nacional de La Plata en 1993, una década después del retorno a la democracia en Argentina. Destacaba por su “activismo político y conciencia crítica”, así como por su lucidez al denunciar la continuidad de la violencia policial en el país. Músico y integrante de la banda punk *”80-69″*, su caso se convirtió en emblema de la lucha contra la represión estatal y la impunidad judicial.
2. Cronología de los Hechos
Contexto de violencia sistemática (1990-1993):
En los años previos a su desaparición, Argentina registró múltiples casos de brutalidad policial, como los homicidios de Maximiliano Albanese, Andrés Núñez y Sergio Xavi, o la detención fatal de Walter Bulacio. En 1992, Paulo Guardati también desapareció tras ser arrestado en Mendoza.
Allanamientos ilegales y denuncia:
Miguel y su banda ensayaban en una casa tomada en La Plata cuando sufrieron “dos allanamientos violentos e irregulares” por parte de la Comisaría 9ª. En uno de ellos, los agentes ingresaron “armados y bajo el pretexto de denuncias por ruidos”; en otro, destruyeron instrumentos y detuvieron a varios jóvenes. Ante estos abusos, Miguel presentó una denuncia formal contra los efectivos, creyendo que esto lo protegería.
Hostigamiento y amenazas:
Tras la denuncia, fue víctima de “persecución sistemática”: agentes lo seguían en vehículos, lo insultaban y le advertían: “Si no retirás la denuncia, te matamos”.
Desaparición:
El 16 de agosto de 1993, Miguel viajó a Magdalena (50 km de La Plata) para cuidar la casa de unos conocidos. Su último avistamiento confirmado fue el 17 de agosto alrededor de las 14:00, por un pescador llamado Rojas.
3. Asesinato en la Comisaría 9ª
Investigaciones posteriores determinaron que Miguel fue “trasladado a la Comisaría 9ª entre las 23:00 y las 00:00 del 17 de agosto”. Testimonios de detenidos revelaron que lo torturaron hasta la muerte mediante “submarinos secos” (asfixia con bolsas de nylon y golpes en el estómago). El libro de guardia de la seccional mostró alteraciones: “El nombre de Miguel Bru fue escrito y luego borrado, sustituyéndolo por el de otro detenido”, según pericias caligráficas.
4. Encubrimiento Institucional
Negativa a registrar la desaparición:
Rosa Bru, madre de Miguel, intentó denunciar su desaparición el 18 de agosto, pero fue derivada entre cinco comisarías sin éxito. Recién el 21 de agosto logró radicar la denuncia en Villa Argüello.
Obstrucción judicial:
El juez Amílcar Vara actuó con negligencia:
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Descartó vínculos policiales, afirmando tener “la íntima convicción de que Miguel estaba vivo”.
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Sostuvo teorías infundadas: “Se fue con una mujer a Brasil” o “era homosexual y drogadicto” (basándose en fotos).
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Bloqueó testimonios clave y mantuvo la causa como “averiguación de paradero”, alegando: “Si no hay cuerpo, no hay delito”.
Fue destituido en 1996 por irregularidades en 27 causas vinculadas a abusos policiales.
Eliminación de testigos:
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Horacio Suazo, preso que declaró haber visto el crimen, fue asesinado en un “operativo con pruebas plantadas”.
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Mauro Veto Martínez, otro testigo, fue “ejecutado a quemarropa en 2002” tras declarar contra los policías.
5. Juicio y Condenas (1999-2000)
Con la intervención del juez Arnaldo Corazza, el caso avanzó:
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Veredicto: Prisión perpetua para los policías Justo José López (autor material) y Walter Abrigo (cómplice).
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Condenas menores: El comisario Juan Domingo Ojeda recibió 2 años por “indiferencia ante la tortura” (liberado a los 8 meses), y Ramón Seressetto, 2 años por falsificación de documentos.
6. Búsqueda Incansable y Legado
El cuerpo ausente:
A casi 30 años del crimen (agosto 2023), no se ha hallado el cadáver. Se realizaron 39 rastrillajes, incluyendo georradares en la Comisaría 9ª y excavaciones en obras, sin resultados. En 2015, restos óseos encontrados fueron descartados. Actualmente, la provincia de Buenos Aires ofrece $1.5 millones por información.
La lucha de Rosa Bru:
Hasta su fallecimiento en 2022, Néstor Bru (padre de Miguel) y Rosa exigieron justicia. “No pararé hasta encontrar a mi hijo”, declaró Rosa, símbolo de resistencia.
Asociación Miguel Bru:
Fundada en 2002 con el padrinazgo de León Gieco, brinda apoyo a víctimas de violencia institucional.
Conclusión:
El caso Bru expone la “maldita policía” bonaerense y la complicidad judicial en la Argentina democrática. Su legado persiste como demanda de memoria, verdad y justicia.