1. Introducción: el poder de las historias locales
Cada ciudad conserva, en sus veredas y en sus casas, un archivo de relatos que corre el riesgo de perderse con el tiempo. Son historias que se transmiten al oído, que construyen la propia identidad de la comunidad. Contra ese olvido nace Ficciones Berisenses, una producción original de Berisso Digital que convierte el folclore local en piezas audiovisuales capaces de permanecer en la memoria. Este artículo repasa las claves centrales de un proyecto que demuestra que las mejores historias suelen estar más cerca de lo que creemos.
2. Primera clave: no es solo cine, es rescate cultural
La misión de Ficciones Berisenses no se limita a entretener. Cada cortometraje parte de relatos —reales o legendarios— que forman parte del patrimonio inmaterial de la ciudad. El objetivo es mantener esas narrativas vivas en la memoria colectiva y extraer de ellas enseñanzas que dialoguen con el presente. Más que películas, son actos de memoria.
Historias de ayer, relatos para siempre.
3. Segunda clave: producción nacida del amor por lo local
Lejos de las grandes producciones impersonales, la serie es fruto de dedicación, creatividad y un profundo respeto por las raíces y tradiciones de la región. Diez cortometrajes conforman la temporada, cada uno pensado y producido con cuidado para reflejar una identidad propia. Ese compromiso con lo local le da al proyecto su sello distintivo: autenticidad.
4. Tercera clave: transformar el folclore en thriller urbano
El folclore, bien trabajado, puede mutar en géneros contemporáneos sin perder su esencia. Un ejemplo claro es la leyenda del “Rey Momo y el incendio de Ensenada”, que la serie recupera y reelabora con una sensibilidad de thriller urbano.
Anclaje en la realidad. La historia sitúa la acción en Ensenada, verano de 1984, y nombra calles concretas —La Merced, Horacio Cestino— para crear verosimilitud. Esos detalles convierten lo fantástico en algo plausible y cercano.
La leyenda cobra vida. El Rey Momo aparece como un antagonista inquietante: “un hombrecito bajo, rechoncho, con una sonrisa torcida”, la presencia perfecta para desatar el desasosiego.
El toque sobrenatural. Un objeto aparentemente inocuo —una bolsa que contiene recortes con la palabra “moneda”— se transforma en el detonante de lo sobrenatural: el papel arde con una llama azul, sin humo, y el fuego termine consumiendo la casa de la protagonista. Ese contraste entre lo cotidiano y lo inquietante es el motor dramático que la serie explora.
5. Cuarta clave: no es para ver, es para revivir y compartir
Ficciones Berisenses busca espectadores activos: historias que invitan a sumergirse en el pasado, a pensar el presente y a imaginar el futuro de la comunidad. Cada capítulo propone un espacio de reflexión sobre quiénes somos y qué queremos conservar. La intención es que las historias vuelvan a circular —en plazas, en cafés, en redes— y que generen diálogo entre generaciones.
Mirá, compartí y reviví cada historia con nosotros.
6. Conclusión: las historias que nos definen
Ficciones Berisenses es más que una serie de cortos: es un archivo vivo y una forma de resistencia contra el olvido. Al contar estas historias no solo preservamos el pasado; lo hacemos fértil para el presente. Porque en cada pueblo y en cada barrio hay relatos que todavía esperan ser contados.
¿Y en tu ciudad, qué historias merecen ser contadas antes de que se pierdan?
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