Canta Rock: Un Fenómeno Cultural del Rock Argentino en la Transición Democrática (1983–1988)
I. Introducción: Contexto Histórico y Relevancia
La revista Canta Rock (Buenos Aires, 1983–1988) emergió como un actor protagónico en la reconfiguración cultural argentina posterior a la Guerra de Malvinas y al régimen dictatorial (1976–1983). Su trayectoria —desde su auge hasta su declive— refleja las transformaciones estructurales en la industria musical y los patrones de consumo juvenil durante la década de 1980. Este estudio analiza su rol en la construcción de una identidad adolescente vinculada al rock nacional, examinando sus orígenes, impacto sociocultural y causas de su desaparición.
II. Orígenes y Fundadores: Génesis de un Proyecto Editorial
Canta Rock surgió en el contexto de la explosión del rock argentino post-Malvinas, impulsada por la prohibición de música en inglés durante el conflicto bélico. El proyecto fue ideado por Oscar Iufe, quien propuso adaptar el formato de la clásica revista El alma que canta —dedicada al tango— al universo del rock.
La dirección editorial recayó en una constelación de figuras clave:
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Pipo Lernoud: Cofundador del Expreso Imaginario, quien enfatizó la inclusión de reportajes en profundidad.
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Leonardo Sacco y Fabrizio Simonelli: Integrantes del núcleo fundacional.
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Colaboradores destacados: Claudio Kleiman, Marcelo Fernández Bitar y Eduardo Berti, este último descrito como parte de un “dúo dinámico”.
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Ilustradores: Las caricaturas de tapa, elemento distintivo, fueron obra de Augusto Sicardi, Kike Sanzol y Alberto Albarracín.
III. Rol Sociocultural: Identidad Juvenil y Democratización Musical
1. Contexto Post-Dictatorial
La revista se consolidó en un período de efervescencia cultural, donde el miedo cedió paso a un hervidero de expresiones alternativas. El rock nacional —ahora masivo— permitió a los jóvenes identificarse con letras que reflejaban sus experiencias.
2. Construcción de Identidad Adolescente
Según Lernoud, Canta Rock rompió con el paradigma que asociaba la juventud directamente con la adultez, fomentando una cultura propia en términos estéticos, musicales y simbólicos. La revista operó como un dispositivo de socialización, contribuyendo a la consolidación de la adolescencia como categoría de consumo.
3. El Cancionero como Herramienta Pedagógica
La sección de acordes y letras —transcritas por Daniel Curto— facilitó el acceso a la práctica musical, funcionando como una “educación sentimental”. Este espacio inspiró a futuros músicos, como Adrián Iaies.
4. Comunidad y Participación
La interacción con los lectores —mediante el “Correo” y la “Página abierta”— consolidó una comunidad activa. Su tirada de 120.000 ejemplares la posicionó como la segunda revista más vendida del país.
5. Profundidad Periodística
Los reportajes buscaban deconstruir la imagen del artista como “estrella inalcanzable”, privilegiando un lenguaje cercano. Esto incluía análisis de letras y contextos creativos, en línea con la tradición del Expreso Imaginario.
IV. Declive: Factores Económicos y Cambios en la Industria
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Comercialización del Rock
La globalización impulsó un modelo industrial centrado en figuras como Madonna, desplazando al “músico solitario e inspirado”. -
Saturación del Mercado
La aparición de suplementos (Sí de Clarín, No de *Página/12*) y emisoras como Rock & Pop fragmentaron la audiencia. -
Conflictos Identitarios
La competencia con Pelo —que priorizaba el pop internacional— evidenció un dilema: ¿debía Canta Rock incluir a Madonna? -
Crisis Financiera
El aumento de costos fijos y la caída en ventas hicieron insostenible el modelo. Los intentos de adaptación —como el suplemento Sobretodo— no lograron revertir la tendencia.
V. Legado
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Daniel Curto: Su trabajo en la transcripción de acordes influyó en generaciones de músicos.
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Formación de Periodistas: Colaboradores como Berti y Fernández Bitar desarrollaron carreras destacadas.
VI. Conclusión
Canta Rock encarnó la tensión entre cultura independiente y lógicas comerciales. Su énfasis en la pedagogía musical y la participación juvenil la distinguieron, pero su incapacidad para adaptarse a la mercantilización del rock precipitó su fin. Su legado persiste como testimonio de una era donde la música fue vehículo de identidad y resistencia.