Pronuncie la palabra “grimorio” y la imaginación se inunda de imágenes góticas: tomos prohibidos encadenados en bibliotecas secretas, sus páginas amarillentas susurrando pactos infernales y conjuros capaces de doblegar la realidad. En el panteón de la literatura ocultista, ningún texto encarna mejor esta reputación que el Picatrix, a menudo considerado el manual de hechicería más infame y peligroso de la historia.

Su nombre susurra leyendas de nigromancia, astrología prohibida y pactos oscuros. Sin embargo, la verdad sobre este legendario libro es infinitamente más compleja, filosófica y sorprendente de lo que su fama sugiere. Lejos de ser la creación de un hechicero solitario en un calabozo, el Picatrix es un espejo de una época en la que la ciencia, la magia y la filosofía eran facetas inseparables de una misma búsqueda del conocimiento.

Prepárate para desafiar todo lo que creías saber. A continuación, revelaremos cinco verdades contraintuitivas que transformarán tu percepción sobre el grimorio más célebre de la Edad Media.

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  1. No es un “Libro Negro”, sino “La Meta del Sabio”

La primera sorpresa radica en su propio nombre. Su verdadero título en árabe es Ghayat al-Hakim, que se traduce como “La Meta del Sabio” o “El Objetivo del Sabio”.

Este título revela su propósito fundamental: lejos de ser un simple recetario de hechizos, el texto se presenta como un compendio filosófico y científico diseñado para guiar al lector hacia la sabiduría suprema. El libro postula que la sabiduría es el bien más elevado, el único camino para comprender verdaderamente el orden del cosmos y, en última instancia, ascender hacia la “unidad divina”. Su núcleo no es la transgresión, sino la iluminación a través del conocimiento. Esta sabiduría no se alcanzaba a través de la mera contemplación, sino mediante una ciencia aplicada: el arte de la magia talismánica, vista como la disciplina suprema para comprender y alinear las fuerzas del macrocosmos con el microcosmos del sabio.

La sabiduría es el don más alto y el mayor bien; porque la sabiduría es la ciencia de las causas remotas que dan existencia a los seres… se remontan gradualmente a un Ser Único Que es la Causa de la existencia de dichas cosas remotas…

  1. Fue un Proyecto Real, No el Escrito de un Hereje

Contrario a la imagen de un texto clandestino, la versión más influyente del Picatrix nació en el corazón del poder intelectual y político de su tiempo. En el año 1256, fue traducido del árabe al castellano y al latín no en un rincón oscuro, sino en el prestigioso scriptorium del rey Alfonso X “El Sabio” de Castilla. El enigmático nombre “Picatrix” es, de hecho, una traducción literal al latín del nombre de su supuesto autor andalusí, Maslama, que en árabe significa “picadura”.

Este monumental proyecto fue supervisado por el propio monarca y el equipo encargado de la tarea era un brillante ejemplo de colaboración multicultural, liderado por prominentes figuras judías como Yuda Ben Mosaken, astrónomo y médico personal del rey, y Todros Ben Josef Abulafia, gran rabino de Castilla y maestro cabalista. Lejos de ser un mero objeto de colección para la biblioteca privada del rey, la naturaleza práctica del tratado sugiere que Alfonso X estaba interesado no solo en su valor erudito, sino en su posible aplicación. Este patrocinio real y académico demuestra que, en su llegada a Europa, el Picatrix fue considerado una obra de incalculable valor intelectual, no un texto marginal o prohibido.

  1. Para ser Mago, Primero Debías ser Filósofo y Científico

El Picatrix no era un libro para aficionados ni para quienes buscaban atajos mágicos. El texto exigía a sus lectores un dominio profundo de todas las ciencias de la filosofía: matemáticas, cosmología y metafísica. Sin esta base intelectual, sus rituales y conceptos eran incomprensibles.

La cosmología del libro se basa en el principio hermético de “lo que es arriba es abajo”. Sostiene que el mundo terrenal es un reflejo del plano astral (el macrocosmos) y que el ser humano es un microcosmos, un universo en miniatura que contiene todas las correspondencias del cosmos mayor. Esta no era una idea abstracta, sino una ciencia de correspondencias precisas:

  • Los 7 miembros principales internos del cuerpo se correspondían con los 7 planetas.
  • Las 28 articulaciones del cuerpo se correspondían con las 28 mansiones lunares.
  • Las 360 venas y arterias se correspondían con los 360 grados de la esfera celeste.
  • La redondez de la cabeza reflejaba la esfera celestial, y sus ojos eran como las dos luminarias: el Sol y la Luna.

Desde esta perspectiva, el mago no es un hechicero que desafía las leyes naturales. Es un sabio, un filósofo-científico que comprende las simpatías secretas que unen el cielo y la tierra. Su poder no radica en romper las reglas del universo, sino en conocerlas tan íntimamente que puede orientar las fuerzas celestiales a su favor mediante el uso preciso de talismanes, invocaciones y rituales astrológicos.

…por fuerza no conoce este arte en verdad sino quien conoce sus principios y sus principios no se encuentran de verdad más que en un filósofo y, por necesidad, solo el filósofo los conoce; tenlo en cuenta.

  1. No Distinguía entre Magia “Blanca” y “Negra”

Aquí es donde el Picatrix revela su rostro más alienígena para nuestra sensibilidad moderna. El grimorio no establece una distinción clara entre el bien y el mal, o entre magia “blanca” y “negra”. Su objetivo es puramente pragmático: proporcionar al mago las herramientas necesarias para cumplir su voluntad, sea cual sea.

Así, en sus páginas se encuentran hechizos para fomentar el amor, la amistad y proteger las cosechas, junto a otros diseñados explícitamente para sembrar la discordia, arruinar ciudades enteras o dañar a personas específicas. El texto incluye alusiones a prácticas que cimentarían su fama siniestra, como la nigromancia (el uso de un cadáver como oráculo) y la realización de sacrificios. Sin embargo, esta reputación no fue inmediata; de hecho, tardó dos siglos en consolidarse. El primer registro histórico que lo califica de “altamente peligroso” por su contenido necromántico data de 1456, en la corte de Baviera por el médico Johan Hartlieb, un marcado contraste con su bienvenida inicial en Castilla como un tesoro de conocimiento.

  1. Su Magia Era Cósmica, pero Sorprendentemente Mundana

A pesar de su elevada base filosófica, los objetivos prácticos del Picatrix eran a menudo sorprendentemente terrenales. Los grandes principios del universo se aplicaban para resolver los problemas más cotidianos, demostrando que su magia operaba a través de los tres reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral.

La creación de talismanes, por ejemplo, no solo buscaba la iluminación espiritual, sino también la gestión de asuntos prácticos. Un mago podía realizar un complejo ritual astrológico para lograr fines tan mundanos como:

  • Para influir en el reino animal:

◦ Dañar la asociación entre socios.

◦ Hacer que un siervo escape o, por el contrario, retenerlo.

◦ Dañar ovejas y vacas.

◦ Alejar escorpiones y víboras.

◦ Domesticar bestias difíciles.

  • Para la agricultura y el reino vegetal:

◦ Hacer crecer los cultivos o, por el contrario, estropearlos.

  • Para el reino mineral y los elementos:

◦ Abrir pozos y encontrar tesoros enterrados.

◦ Mejorar la pesca.

Estos objetivos revelan una visión del mundo en la que lo cósmico y lo cotidiano estaban intrínsecamente conectados. La magia no era solo una vía hacia la sabiduría trascendental, sino también una herramienta práctica para la gestión agrícola, el control social y la resolución de los problemas del día a día.

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Conclusión

El Picatrix, lejos de ser simplemente un “libro negro”, es un documento histórico de una riqueza y complejidad asombrosas. Es un testimonio de una era en la que la ciencia, la filosofía y la magia no eran campos separados, sino partes integrales de una misma y audaz búsqueda por descifrar los secretos del universo. Nos muestra una mentalidad para la cual la astrología era una ciencia aplicada y la filosofía, el requisito indispensable para la práctica mágica.

Al final, el Picatrix nos obliga a preguntarnos: ¿qué dice de nuestra propia época el haber trazado una línea tan tajante entre la ciencia y lo “oculto”, cuando durante siglos fueron vistas como dos caras de la misma moneda en la eterna búsqueda humana por comprender el universo?

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