Introducción
El segundo álbum de Don Cornelio y La Zona, Patria o muerte (1988), constituye un punto de inflexión en la historia del rock argentino. Lejos de ser una mera producción discográfica, el trabajo encarnó una ruptura estética e ideológica que reflejó tanto las tensiones internas de la banda como el clima sociopolítico de un país al borde del colapso hiperinflacionario. Este análisis reconstruye su gestación a partir de testimonios clave —incluyendo material inédito del libro Pozoguerrilleroirascible (Vademécum, 2022) de Santiago Segura— y examina cómo una obra inicialmente marginada se convirtió en un “clásico de su tiempo” (Segura, 2022).


1. Contexto creativo: De la revelación al caos

Tras el éxito de Don Cornelio y La Zona (1987) —disco debut celebrado por la crítica—, la banda enfrentó una crisis identitaria. Según Federico Ghazarossian, guitarrista del grupo:

“Queríamos trabajar solos […] el primer disco tuvo intervenciones de Calamaro que luego cuestionamos”.

El cambio fue radical: abandonaron el sonido “romántico y cancionero” (Segura, 2022) por un enfoque crudo, influenciado por bandas como Sumo. Las grabaciones en los estudios Panda —realizadas en horarios matutinos forzados por la discográfica— se convirtieron en sesiones caóticas:

“Empezábamos con ginebra a las 7 AM” (Daniel Gorostegui, baterista).

Pandolfo describió el proceso como una “vibración cruda”, donde primó la improvisación y la distorsión. El psicólogo y periodista Facundo Soto atribuyó esta transformación a dos factores: el consumo de cocaína y el rechazo de Pandolfo a su propia voz —“esta voz de maricón que tengo”—, un comentario que revela tensiones entre masculinidad y expresión artística.


2. La polémica del título: Humor negro y malentendidos

El nombre Patria o muerte generó rechazo inmediato. Serguei Iskowitz (trompetista) propuso alternativas como Sorete y pis, argumentando que el título original evocaba consignas políticas oscuras. Sin embargo, Pandolfo insistió en mantenerlo como una “broma pesada” sobre la polarización argentina:

“Era una burla al peronismo de derecha, la izquierda guevarista y hasta a Saavedra, nuestro primer presidente militar”.

La discográfica amenazó con cancelar el contrato, pero la banda resistió. Alejandro Varela (bajista) lo definió como “un vómito total […] pastiche uno arriba del otro”, mientras que Gorostegui celebró su “inconsciencia poética”. La portada —el cuadro Política de Nessy Cohen, con trazos abstractos inspirados en el suprematismo ruso— reforzó esta estética confrontativa.


3. Recepción y legado: Entre el fracaso comercial y la reivindicación histórica

Lanzado en noviembre de 1988 —en paralelo al declive del gobierno alfonsinista y la muerte de Federico Moura—, el disco fue ignorado por las radios. Fernando Marino (productor) señaló:

“No tenía un hit […] era demasiado denso”.

Pandolfo, no obstante, lo consideró un “reflejo arltiano” de la podredumbre social:

“Mostramos la cara de la merca y el demonio […] fue entrismo puro”.

La visita sorpresa de Luis Alberto Spinetta durante la mezcla —quien calificó el tema Cabeza de platino como “oscuro, como la noche”— otorgó un sello de legitimidad. Hoy, Patria o muerte es revalorizado como precursor del “rock chabón” (Pandolfo) y objeto de estudios académicos sobre música y política.


Conclusión

Patria o muerte encarna la paradoja de una obra que fracasó en su época pero trascendió como documento de una Argentina convulsa. Su gestación —entre el humor negro, las drogas y la urgencia creativa— refleja cómo el arte puede surgir del conflicto. Como sintetizó Pandolfo:

“Fue una victoria del arte sobre el sistema”.

Fuentes primarias:

  • Entrevistas a integrantes de Don Cornelio en Pozoguerrilleroirascible (Vademécum, 2022).

  • Archivo *Página/12* (edición impresa, 02/08/2025).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Previous post “Las Sombras del Río de la Plata”
Next post Luces y sombras del Virreinato del Río de la Plata
WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE