Por Berisso Digital | Cultura / Medios
El próximo 31 de diciembre de 2025, una señal icónica se apagará para siempre. La cadena MTV, símbolo de toda una generación y pionera en la fusión entre música y televisión, cerrará sus canales musicales tras 44 años de historia. El anuncio fue confirmado por Paramount Global, que en el marco de su fusión con Skydance Media decidió discontinuar las señales MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live en Europa y otros territorios.
Lo que comenzó el 1 de agosto de 1981 con el mítico “Video Killed the Radio Star” de The Buggles se convirtió en un fenómeno cultural que cambió la manera en que el mundo conocía la música. MTV no solo transmitía videoclips: creó una experiencia colectiva. Fue el espacio donde miles de jóvenes descubrieron artistas, géneros y estéticas que definieron los años 80, 90 y 2000.
De la revolución musical a los realities
MTV fue mucho más que un canal de televisión. Fue un laboratorio visual y sonoro. Por su pantalla pasaron Madonna, Michael Jackson, Nirvana, Guns N’ Roses, Pearl Jam, Metallica, y casi todos los nombres que definieron la cultura popular contemporánea. Los MTV Unplugged, nacidos en 1989, dejaron actuaciones memorables —como las de Eric Clapton, Soda Stereo, Shakira o Nirvana— que aún resuenan en la memoria colectiva.
Sin embargo, con la llegada de Internet y el surgimiento de YouTube y las plataformas de streaming, la forma de consumir música cambió para siempre. Los videoclips dejaron de ser un evento televisivo para convertirse en un contenido disponible al instante. MTV intentó adaptarse, pero en el camino perdió parte de su esencia. Los programas musicales dieron paso a realities y series, reflejo de una nueva etapa donde el espectáculo reemplazó al descubrimiento artístico.
La caída anunciada
Durante años, MTV mantuvo en Europa y América Latina varios canales temáticos —como MTV 80s, 90s o Live— dedicados exclusivamente a la música. Sin embargo, en un contexto de reducción de costos globales, Paramount decidió apagarlos definitivamente.
Según Financial Express y Euronews, el cierre forma parte de un plan que busca concentrar recursos en plataformas digitales y eliminar señales lineales con baja rentabilidad. La televisión musical, en su formato clásico, ya no resulta sostenible frente a los nuevos hábitos de consumo.
El canal principal de MTV continuará existiendo, pero con una programación centrada en realities y contenido de entretenimiento, lejos de aquel espíritu fundacional que cambió la historia de la televisión.
El fin de una era compartida
Para muchos, el apagón de MTV es más que una decisión empresarial: es el fin simbólico de una época. Una en la que prender la televisión era una experiencia colectiva. Esperar el estreno de un videoclip, seguir los rankings o anotar los horarios de los Unplugged formaba parte de un ritual que unía generaciones.
“Yo vi MTV” fue más que un eslogan. Fue una identidad, un código compartido entre millones de jóvenes que encontraron allí un lenguaje común hecho de música, moda y rebeldía.
MTV definió cómo se veía y se sentía el pop, el rock, el hip hop y la electrónica. Cambió la manera de vestir, de hablar y hasta de entender el arte audiovisual. Su influencia en la cultura global fue tan profunda que todavía se puede rastrear en TikTok, en los videoclips actuales y en la estética de la era digital.
Lo que queda encendido
Aunque MTV apague sus señales musicales, su legado seguirá latiendo. La idea de que la música puede verse —no solo oírse— sigue viva en millones de pantallas y creadores que hoy producen contenido visual con una libertad que MTV ayudó a construir.
El final de MTV no significa la muerte de la música televisada, sino el cierre de una etapa de descubrimiento colectivo. Aquella en la que la espera, la sorpresa y la comunidad eran parte esencial de la experiencia musical.
El 31 de diciembre de 2025 no solo se apagará una señal: se despedirá una era.
Una en la que la televisión fue el escenario de los sueños, los sonidos y las imágenes que definieron la modernidad.
MTV no fue solo un canal. Fue una revolución cultural que quedará, para siempre, en la memoria de quienes crecimos frente a su pantalla.