Argentina se están produciendo cambios profundos y acelerados que reconfiguran el escenario político y social. Más allá del debate diario, existen conceptos clave y consecuencias sorprendentes que no siempre son visibles. Este análisis desglosa los puntos más impactantes del análisis del Dr. Héctor Francia sobre el proyecto de gobierno actual, impulsado por quienes él describe como “dos genios maléficos”, un plan que busca mucho más que un simple cambio de rumbo económico.
1. El concepto clave: No es fascismo, es “Fascismo Colonial”
Francia caracteriza al gobierno actual no simplemente como fascista, sino bajo el término más preciso de “Fascismo Colonial”. Este es el concepto central que enmarca todo el proyecto: un modelo cuyo objetivo no es fortalecer la nación para expandirse, sino debilitarla para permitir la expoliación de sus recursos.
La diferencia con los fascismos europeos originarios es fundamental. Aquellos regímenes eran “colonialistas” pero “no hacían de su país una colonia”. Buscaban someter a otros territorios para el engrandecimiento nacional. El modelo actual invierte esta lógica: su propósito es transformar a la propia nación en un territorio de saqueo. El objetivo final, según esta visión, es “habilita el saqueo total, saqueo financiero y de los recursos materiales”.
…destruir el Estado nacional argentino y convertirnos en una factoría en una colonia.
Este proyecto de demolición estatal se ejecuta a través de una serie de reformas estratégicas que atacan los pilares de la cohesión social y económica: el futuro de los jóvenes, la dignidad del trabajo y la seguridad de la población.
2. La reforma jubilatoria: Más trabajo para los mayores, menos futuro para los jóvenes
Una de las propuestas centrales es el aumento de la edad jubilatoria: para las mujeres a los 65 años y para los hombres a los 70. Esta medida, según el análisis, “se da de bruces” (choca frontalmente) con la necesidad de fomentar el empleo, pero no por accidente, sino como una consecuencia lógica del modelo.
El problema es doble. Por un lado, el país se encuentra en una “depresión económica y desempleo”. Por otro, las inversiones promovidas están “orientada a los minerales específicamente” y, por su naturaleza, “no generan gran cantidad de trabajo”. En este contexto, mantener a los trabajadores mayores en sus puestos significa cerrarles la puerta a las nuevas generaciones. Bloquear el empleo juvenil es un resultado directo de un modelo que prioriza la extracción de recursos sobre una economía diversificada.
…lo más probable es que haya menos lugar todavía para los jóvenes. Esos jóvenes que hipnotiza desde un celular este este engendro de milei cuando los pobres no se dan cuenta que mucho de lo que tienen se lo deben a sus adultos que están perdiendo salario y jubilación.
3. El “salario dinámico”: Un regreso a la lógica feudal
Dentro de las “atrocidades” propuestas en la reforma laboral se encuentran el convenio por empresa para destruir la negociación colectiva y la jornada de 12 horas que elimina las horas extras. Respecto a las vacaciones fragmentadas, el análisis plantea una pregunta devastadora sobre la ética del proyecto: “¿qué tipo de concepción humana es destruirle al trabajador sus momentos de descanso y qué tipo de concepción familiar no por el billete destruirse inclusive las vacaciones familiares?”.
Sin embargo, el concepto más revelador es el de “salario dinámico”: un aumento que queda a la “voluntad del empleador” según los méritos que él perciba. Francia traza una poderosa analogía, comparando esta práctica con el sistema feudal, donde la recompensa del siervo dependía del capricho del señor.
La verdad que esto es como en el feudalismo el señor feudal quería un siervo en especial y por ahí lo recompensaba con un pedazo de carne.
Esta propuesta no es solo un retroceso en derechos, sino un ataque a la dignidad del trabajador, reemplazando la negociación por la arbitrariedad y la dependencia.
4. Desregular sin control: La puerta abierta al fraude y al peligro
La crítica a la desregulación masiva se basa en que parte de un “desconocimiento total de la ley” y puede conducir a “bestialidades” con consecuencias mortales. El ejemplo más alarmante es el relajamiento de controles en medicamentos, que podría abrir la puerta a tragedias sanitarias como muertes por fentanilo.
Pero el peligro es más amplio. Las regulaciones estatales en “calidad”, “peso”, “forma en que se produce” y “sanidad” existen para evitar fraudes y proteger a la población. Eliminar estos controles deliberadamente no solo es una negligencia, sino una pieza clave para un modelo que prioriza el beneficio a cualquier costo, incluso la seguridad pública. La consecuencia directa es que “le puedan vender cualquier cosa a cualquier persona”, generando no solo estafas, sino eventos catastróficos.
Conclusión: Un Proyecto de Saqueo, No de País
Los puntos analizados se conectan a través de una idea central: el modelo propuesto no busca un tipo diferente de desarrollo nacional, sino que directamente “habilita el saqueo total”. Desde la redefinición de la soberanía como “Fascismo Colonial” hasta la precarización feudal del trabajo y la eliminación de controles básicos, cada medida parece diseñada para desmantelar las estructuras de protección del Estado.
Este proyecto, según el análisis, sería inviable sin un elemento crucial que actúa como su garante. No es un mero apoyo, sino la herramienta indispensable que lo hace posible. Como concluye Francia, “Si no fuera por este poder judicial corrupto… no podrían llevarse por delante las normas de la Constitución”.
Frente a este panorama, la pregunta no es solo qué país se está construyendo, sino qué quedará del país que conocimos.
