Hay elementos de cada barrio, que lo definen por antonomasia. En el caso del barrio Nueva York, de Berisso, el adoquín es uno de ellos. Sus calles adoquinadas, al igual que el resto de las estructuras que las rodean, fueron declaradas sitio histórico nacional, allá por el 2005. Por eso, no es extraño que cuando Beto o “El Tucu”, como lo conocen en la Nueva York, y los vecinos decidieran ponerle ese nombre al nuevo merendero del barrio, eligieran algo tan emblemático.
“En la Nueva York tenemos el arco, el 17 de octubre, el bar y dijimos bueno, che, ¿qué nos falta? Y…el adoquín, si vivimos rodeados de adoquines”, dice Beto, mientras gesticula con sus manos señalando la calle Marsella, sobre la cual se encuentra el merendero. La idea de armar este espacio, surgió en 2020, con el fin de tener un lugar para las actividades destinadas a niños, adultos y al barrio en general. La pandemia complicó un poco las cosas, pero a pesar de ello, pudieron terminar de acondicionar el local, y desde entonces fueron desarrollando distintas propuestas.
En pleno aislamiento social y obligatorio, Gabriel Milloc, decidió sumarse al proyecto. “Siempre van a surgir en contextos complejos estas ideas de ayudar, de ayudar al vecino, al que menos tiene, de ser solidarios”, afirma el muralista berissense, al recordar su incorporación al merendero. “Gaby”, como le dicen los chicos de El Adoquín, se encarga junto a Javier Caminos, de coordinar los distintos talleres y capacitaciones que se realizan de manera gratuita en el espacio cultural.
En la actualidad, se dictan un taller de dibujo y pintura para niños de entre ocho y doce años y un taller de guitarra para adultos y niños, ambos dos veces por semana. Pero, además, desde el espacio se fueron brindando distintas capacitaciones destinadas a los vecinos del barrio, entre ellas una de fabricación de cerveza artesanal, dictada por la Asociación de Cerveceros de Berisso y con la colaboración de la Secretaría de Producción de la Municipalidad de Berisso. También se realizaron dos jornadas sobre elaboración de mermeladas de ciruela (aprovechando la fruta de estación berissense), de conservas y de elaboración de pan. Pronto tienen planificado hacer una capacitación de chacinados. La idea, según Gabriel, es que estos talleres sean herramientas de inclusión social, sobretodo en los chicos, y en los adultos desde el punto de vista productivo. Luego de las capacitaciones, los participantes se llevan los productos elaborados a sus casas.
El barrio va respondiendo satisfactoriamente a las propuestas que les brinda el espacio, nos cuenta Gabriel. Debido a los protocolos por el Covid 19, los cupos de las capacitaciones son limitadas, y no pueden participar más de quince personas. Por ello, algunos vecinos están esperando que se realicen nuevamente para poder sumarse.
Los martes y jueves a las diez de la mañana los chicos del Taller de Dibujo y Pintura, se van acercando con sus respectivos barbijos al espacio cultural. Ubicado casi en diagonal al nuevo bar “Km 0”, el local luce en su frente un mural realizado por el artista plástico y muralista de Quilmes, Rubén Minutoli. En el mismo, se ve la figura del expresidente Perón, y la de los obreros que, en el histórico 17 de octubre, pedían por su liberación. También el arco de la famosa “Mansión de Obreros” a donde los inmigrantes que trabajaban en los frigoríficos pasaban sus días.
Dentro del local, con el alcohol para desinfectar las manos de los niños y el barbijo puesto, los espera Melisa Vara, la profesora del Taller. Desde finales del 2020, Melisa lleva adelante este espacio donde, según sus dichos, “la idea es que los chicos y chicas que asistan, puedan expresarse plásticamente, compartir ideas, intereses, gustos y sobretodo para relacionarse con sus pares”, afirma, destacando la importancia de volver a “conectarse” en este año tan particular donde los chicos no tuvieron clases. Para ello, desde la propuesta del taller los y las chicas van explorando diferentes técnicas de las artes visuales, como el dibujo, grabado, pintura, collage, construcciones tridimensionales y demás. “Meli”, como la nombran los chicos y chicas, también es docente en diferentes escuelas de nuestra localidad, entre ellas la EP Nº 9 del barrio, a dónde asisten la mayoría de los participantes de sus clases.
Durante una hora y media, dos veces a la semana, se van trazando distintas actividades en el Taller, que, aunque están planificadas, no siguen una línea rígida, sino que están abiertas a las propuestas que los mismos chicos y chicas llevan al espacio. Así, por ejemplo, en una de las clases, “Herobrine”, el personaje del videojuego Minecraft; tomó vida con unas cuantas cajas de cartón y un poco de pintura, en una construcción tridimensional.
“Generar vínculos, amistades, compartir, sentirse contenidos, expresar pensares y sentimientos”; resalta la docente, son algunos de los objetivos del taller, en donde el arte termina siendo una excusa para el encuentro y la construcción colectiva. “Es un derecho humano el poder acceder al arte”, afirma Melisa, por lo cual, destaca la gratuidad de cada actividad y expresa su deseo de que los vecinos se sumen a esta propuesta y se apropien de la misma.
Más allá de las actividades en sí, Beto pone el acento en algo esencial para construir ese espacio: la solidaridad de la gente que colabora para que ello sea posible, desde los profesores, los coordinadores, los que brindan las capacitaciones, hasta los mismos vecinos del barrio. La solidaridad, también, al igual que los adoquines, es algo emblemático de la Nueva York. Ante la pregunta de ¿por qué la gente debería conocer la Nueva York? Beto no duda en su respuesta: “Acá hay magia”, afirma, y sus ojos parecen emocionarse. “Acá hay historia”, agrega, y “El Adoquín” desde su propuesta para el barrio busca ser parte de una nueva historia en la calle Nueva York.
Entrevistas por Chali Montenegro en “Crónicas de los días”
Gabriel Milloc, artista plastico y muralista
Melisa Vara, profesora artes plasticas y muralista
Beto Rodriguez, referente del espacio cultural
Taller de guitarra para niños y adultos con Mauro Gallina, taller de plástica y pintura con Melisa Vara
Gabriel Milloc, coordinador del centro y Beto Rodriguez, referente barrial