Huella hídrica y soberanía hídrica 

Por Eduardo A. Oliva

El agua es el sistema nervioso central en la lucha por crear economías resilientes y bajas en carbono. El acceso al agua y el saneamiento para todos, es uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el cual contribuye al logro de la mayoría de los otros objetivos. La disponibilidad de agua está disminuyendo con el tiempo y la crisis del agua es el quinto mayor riesgo para la sociedad según la edición 2020 del informe Global Risks del Foro Económico Mundial. La meta 6.4 aborda la escasez de agua, con el objetivo de garantizar que haya suficiente agua para la población, la economía y el ambiente, aumentando la eficiencia del uso del agua en todos los sectores de la sociedad. Asegurar las necesidades ambientales de agua es esencial para mantener la salud y la resiliencia de los ecosistemas. Un alto nivel de estrés hídrico puede tener efectos negativos sobre el desarrollo económico, aumentando la competencia y los posibles conflictos entre los usuarios, lo que exige políticas eficaces de gestión de la oferta y la demanda y un aumento de la eficiencia en el uso del agua.

Aumentar la eficiencia del uso del agua a lo largo del tiempo significa desacoplar el crecimiento económico de un país del uso del agua, por ejemplo, reduciendo las pérdidas de agua en las redes de distribución municipales y el uso del agua en los procesos de producción. En este sentido, algunos sectores, como la agricultura, la industria, la energía y el abastecimiento de agua municipal son de especial relevancia por su elevado consumo de agua. Como fábrica de alimentos, el suelo es un recurso valioso para la Argentina y es necesario reflexionar sobre la importancia del agua como insumo estratégico para la producción y la alimentación de una población mundial que cada vez demanda alimentos de mayor calidad y cantidad.

Según investigaciones de INTA, las evaluaciones realizadas en las planicies medanosas del este de La Pampa muestran que el costo hídrico que representa producir 1 kg de carne puede variar entre 10 y 40 mil litros de agua, según el manejo realizado en cada proceso. Argentina exporta productos alimenticios primarios, como el grano; cuya huella hídrica alcanza los 46.000 millones de metros cúbicos de agua (INTA, 2019). Imaginemos toda esa agua yéndose afuera solo en producción primaria, imaginemos el impacto ambiental de su uso a niveles de estrés hídrico, imaginemos remediar esa situación, imaginemos un costo…

El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que cotizó a noviembre 2020 a unos 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos. Veamos entonces, si producir granos para exportación nos insume la cantidad de 46.000.000.000 m3 y a este números lo dividimos por un acre pie (1233 m3) esto equivale 37.307.380 de acre pie de agua que se utiliza para producir un comoditi que se va afuera de nuestro país. Siguiendo la lógica 1 acre pie equivale a 486,53 Us$ según wall street o sea que si multiplicamos 37.307.380 acre pie x 486,53 us$ = nos daría algo así como 18.000.000.000 millones de dólares de agua que NO estarían entrando en ninguna ecuación de valor, ni de impuesto, ni de retención, ni de porcentaje de la venta para remediación, tecnificación o cuidado del agua, para hacer SOSTENIBLE en el tiempo el recurso más valioso de la tierra. En este sentido, es necesario que cada productor determine el costo hídrico que representa producir cada unidad, junto a un Estado presente en esa materia. El agua es un bien escaso y agotable, monetizar el recurso suena casi a un acto de desnaturalización de la vida, sin embargo, sabemos que ya existen antecedentes en este sentido. A ciencia cierta, no sabemos cómo ese valor se aplicará e impactará en la producción de alimentos, pero sería vital tener una herramienta política y económica para abordarlo. El Estado cuenta con organismos, como el INA y el COHIFE, que son la jurisdicción y la cuantificación del agua. Buscar la soberanía sobre el agua debe darse desde diferentes ámbitos, entendiendo a mi criterio que el Ministerio de Agricultura lo debe abordar de manera directa, puesto que es ahí donde se utiliza la mayor cantidad del recurso. 

Cercano a los 50 años del mensaje ambiental de los pueblos y el mundo del General Perón donde plantea un diagnóstico que presenta una impactante vigencia , es necesario profundizar el concepto de soberanía sobre todos los recursos naturales , mas aun sobre aquellos agotables y tan sensibles como el agua . La soberanía hídrica debe estar en el debate de las políticas estratégicas. “Necesitamos nuevos modelos de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico que, al mismo tiempo que den prioridad a la satisfacción de las necesidades esenciales del ser humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental”. ( JD PERON 21 de febrero de 1972).

El autor es coordinador de ASAS acceso social al agua segura

 

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