En una nueva edición de Clásico Radio Sportman, tuvimos el privilegio de conversar con Pedro Di Lorenzo, un vecino emblemático de Berisso, militante peronista y testigo privilegiado de la historia social y política de la Nueva York, el barrio que lo vio nacer. Con sus 77 años, Pedro compartió anécdotas desde su infancia en la Escuela N°50, sus recuerdos del menemismo, y la vibrante vida comunitaria de un pueblo marcado por los frigoríficos, la inmigración y la lucha obrera.

Raíces en la Nueva York: De Sicilia a Beirut

Pedro nació en Berisso, hijo de José Domingo Di Lorenzo (de ascendencia siciliana) y Sofía Elías Alsira (de origen árabe). Su familia llegó a Argentina escapando de la Primera Guerra Mundial: su abuelo paterno desembarcó en Rosario para luego radicarse en Berisso, atraído por el trabajo en la Base Naval y los frigoríficos.

“Mi abuelo era botero, cruzaba gente desde Ensenada hasta Berisso en bote. Después compraron un barco pesquero, el Adelante Boca-Jr, que todavía existe en Bahía Blanca”, relata con orgullo.

Infancia y oficios: Diarios, boxeo y resistencia

A los 10 años, Pedro ya trabajaba repartiendo diarios en la esquina de Río de Janeiro y Montevideo: “Vendía Crítica, La Razón, y hasta el Buenos Aires Herald para los ingleses de los frigoríficos”. Las jornadas eran largas, pero no tanto como las de los obreros de la carne: “En las cámaras frías hacían 16 horas y les pagaban 8. Era esclavitud”.

En su adolescencia, el boxeo fue su escape. Practicaba en un galpón del Club Armour, donde también entrenaban futuras promesas locales. “El deporte era un salvavidas para los pibes pobres”, reflexiona, mientras saluda a la Academia Villanueva, auspiciante del programa.

Militancia: Del peronismo proscripto a la democracia

La política llegó con herencia familiar: “En casa todos eran peronistas. Hasta que un médico conservador nos traía boletas para votar… ¡y mi viejo las quemaba!”. En los años 70, empezó a militar en bares clandestinos como la Peña Carlos Gardel, donde se reunían peronistas bajo vigilancia.

“Ahí conocí a Rosich, Reiche y otros compañeros. Algunos terminaron desaparecidos”, recuerda, en alusión a los 200 desaparecidos de Berisso durante la dictadura. Aunque simpatizaba con las ideas, se mantuvo alejado de la lucha armada: “El ERP y Montoneros dividían. Yo creía en la militancia, no en las armas”.

Con la democracia, apoyó las campañas locales, pero nunca aspiró a cargos: “Siempre fui un soldado de base”.

Berisso hoy: Memoria y futuro

Pedro mira con nostalgia la transformación de su barrio: “Antes la plaza era más ancha, pasaba el tranvía… Hoy hasta los diarios para envolver huevos desaparecieron”. Pero sigue firme en sus convicciones: “El peronismo es ayuda al que menos tiene. Eso no cambia”.

Un testimonio vivo de una época donde el trabajo, la política y la comunidad se entrelazaban en cada esquina de Berisso. Para revivir la entrevista completa, escuchá Clásico Radio Sportman en [BerissoDigital.com].

Link a la página del programa:

https://digital.berissodigital.com/page-3/

 

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