El genio detrás de “El Eternauta” y mártir de la historieta argentina
Infancia y formación (1919-1940s)
Nació el 23 de julio de 1919 en Buenos Aires, en el barrio de Villa Devoto, en una familia de clase media. Su padre, Fernando Oesterheld, era alemán, y su madre, Elvira Puyol, argentina. Desde niño mostró fascinación por la naturaleza, la ciencia y la literatura, influenciado por autores como H.G. Wells, Julio Verne y Horacio Quiroga.
Estudió Geología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajó como investigador en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Su formación científica se reflejaría en su obra, donde mezclaba rigor técnico con fantasía.
Inicios literarios (1950-1956)
Aunque comenzó escribiendo cuentos infantiles y relatos de divulgación científica, su salto a la fama llegó con la historieta. En 1952, fundó la Editorial Frontera junto a su hermano Jorge, donde publicaría sus primeros éxitos.
Obras tempranas destacadas:
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“Bull Rockett” (1952, con dibujos de Paul Campani): Una serie de ciencia ficción que anticipó temas de El Eternauta.
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“Rolo, el marciano adoptivo” (1953): Una historieta infantil con toques de sci-fi.
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“Sargento Kirk” (1953, con Hugo Pratt): Un western con profundidad psicológica inusual para la época.
En esta etapa, Oesterheld ya demostraba su rechazo al maniqueísmo, creando villanos con motivaciones complejas y héroes imperfectos.
El auge creativo (1957-1969): “El Eternauta” y otras obras maestras
1. “El Eternauta” (1957-1959)
Publicada en la revista Hora Cero Semanal, con dibujos de Francisco Solano López, esta obra revolucionó la historieta argentina.
Argumento clave:
Juan Salvo, un hombre común, sobrevive a una invasión extraterrestre en Buenos Aires y viaja a través del tiempo, convirtiéndose en un “eternauta” (viajero de la eternidad).
Innovaciones:
✔ Narración en primera persona (inusual en la historieta de la época).
✔ Personajes colectivos como protagonistas (la resistencia grupal, no el héroe individual).
✔ Ciencia ficción local (Buenos Aires bajo ataque, no Nueva York).
La historia fue interpretada como una alegoría política: la lucha contra la opresión, ya sea militar, imperialista o dictatorial.
2. Otras obras fundamentales
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“Ernie Pike” (1957, con Hugo Pratt): Basada en un corresponsal de guerra, mostraba el horror de los conflictos con crudeza.
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“Mort Cinder” (1962, con Alberto Breccia): Un anticuario que revive vidas pasadas, mezclando historia y misterio.
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“Sherlock Time” (1958): Un investigador de fenómenos paranormales.
Estas obras consolidaron a Oesterheld como el mejor guionista de historietas de habla hispana.
Compromiso político y secuestro (1970-1977)
En los años 70, Oesterheld se radicalizó políticamente. Se unió a la organización Montoneros (peronismo revolucionario) y escribió textos de propaganda.
En 1975, reescribió una versión política de El Eternauta (con dibujos de Alberto Breccia), donde los invasores eran claramente un símbolo del imperialismo y la dictadura. Esta versión fue censurada.
Secuestro y desaparición
El 27 de abril de 1977, Oesterheld fue secuestrado por un grupo de tareas de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). Fue torturado y asesinado, aunque su cuerpo nunca fue hallado.}
Toda su familia fue perseguida:
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Sus cuatro hijas (Estela, Diana, Beatriz y Marina) fueron secuestradas y desaparecidas.
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Dos de sus yernos también fueron asesinados.
Se cree que murió en 1977 o 1978, pero su figura creció como símbolo de resistencia.
Legado y homenajes
✔ “El Eternauta” ha sido reeditado cientos de veces y adaptado a novelas gráficas, obras de teatro y próximamente una serie animada.
✔ En 2008, la Legislatura de Buenos Aires lo declaró “Ciudadano Ilustre”.
✔ Calles, bibliotecas y centros culturales llevan su nombre en Argentina.
✔ Su frase “Solo la lucha nos hará libres” (de El Eternauta) se volvió un emblema contra la opresión.
Frases célebres de Oesterheld
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“El héroe solo existe si hay otros que lo acompañan.”
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“La imaginación es el arma más poderosa contra la tiranía.”
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“No hay peor muerte que el olvido.”
Conclusión
Oesterheld no solo fue un genio narrativo, sino también un luchador social. Su obra trascendió el entretenimiento para convertirse en un símbolo de resistencia, y su trágico final lo elevó a la categoría de mártir cultural.