BERISSO 2024
por F.J.MENVIELLE
Estoy seguro que lo que vi anoche, era sin dudar un reptiliano, pero aun no tengo la certeza de que raza, si Alpha Draconiano u otra, pero bajo la noche y esa niebla que me abrumaba pude ver desde las orillas del rio, como ese ser entraba en el entubado que penetra profundo en las entrañas oscuras de la ciudad, el movimiento aterrador de las aguas, el brillo bestial de esos ojos bajo la luz de la luna que estaba desnuda de nubes.
Mi mente quedo abrumada y mis sueños se vieron cruelmente invadidos por imágenes que jamás pude imaginar, cuevas oscuras, voces, compartimientos criogénicos y lo que parecían jeringas, pero de un material totalmente desconocido a mi humanidad.
Al día siguiente decidí buscar información de esos seres escamosos e intimidantes que yo había visto en ese lugar, si bien yo había leído bastante sobre el tema, que nunca supe el porque me apasionaba, leí de guerras por el dominio del planeta, para usar esta tierra como un criadero de especies sirvientes y experimentar así como quisieran esta esfera biológica que transitamos,
Y también otras teorías más, dantescas e inquietantes.
Decido esa tarde salir a caminar por el borde del rio, ya que el sol flotaba con su candor de oro por encima de los arboles, allí desde la esquina de mi casa calle 162 hacia la avenida Montevideo, a la altura de 164, me pareció muy extraña la situación ,de que no se encontraran las hermosas garzas blancas sobrevolando el rio como era habitual, seguí caminando unas cuadras como hipnotizado dentro de mi propio pensamiento, y ahí mis pasos se chocan el cuerpo sanguinolento de una enorme garza blanca, el rojo espeso de su sangre como una obra de arte derramada en su cuello.
Impactado por lo visto, trastabille y encauce mi andar hacia mi casa y lentamente esa imagen sangrienta me disparó mi memoria, recorde que tenía que retirar mis análisis del laboratorio, como lo hago cada unos meses para el control de mi Diabetes juvenil,
Me propuse tomar un café con mis tostadas preferidas como para tratar de tranquilizarme un poco y luego pasar por dichos análisis.
Yendo hacia la zona céntrica, no podía sacar esas imágenes de mi cabeza, como un caleidoscopio de horror que giraba en mi retorcida mente, al llegar al lugar, la secretaria me saludo muy amablemente indicándome que ya me estaría ateniendo porque se encontraba hablando con el bioquímico en el sector contiguo a la sala de espera, en unos instantes se asoma por el marco blanquecino de la puerta y me dice:
-Fernando como estas? Te estábamos esperando con el Dr Marcelo, es sobre los resultados de tus análisis,
– ante mi cara de asombro me dice- no te asustes están todos dentro de lo normal como siempre, lo que si encontramos algo que no estaríamos pudiendo explicar ni comprender:
– dentro de tu hemoglobina hay una sustancia o más bien dicho una estructura muy extraña que no podemos desde la ciencia actual catalogar, me decía el Dr y la secretaria con sus ojos muy abiertos de asombro, esta sustancia no tiene ningún registro en la tierra y menos en nuestra tabla periódica de los elementos y la estructura es aun más rara y no podemos emitir ninguna opiñón ni nada que se le parezca, y con las manos temblando la secretaria me entrego los análisis.
Ese camino hacia mi hogar fue como un abismo interminable, como una de esas caídas en los sueños horrendos, llegar a mi casa era la gran odisea para poder digerir esas punzantes palabras, y de algún modo poder investigar por la Net un rato, para haber si encontraba algo que me diera al menos una respuesta parcial a todo lo que estaba sucediendo.
Después de varias horas de búsqueda intensa y la lectura de varios expertos en el tema y antagónicos a toda la historia de la tierra, según ellos , y esto me da escalofríos en toda mi espina dorsal, hay una raza de reptiloides que habría dejado implantado hace miles de años lo que sería un fragmento de sus genes en un humano, al cual depositaron en la tierra, según dicen para lograr la hibridación perfecta de la especie humana, y así poder tener un mejor control sobre sus huéspedes, fue asi como apareció ante mis ojos ese nombre que llenaría ese espacio en blanco en la hoja de mis análisis sanguíneos. Draconia-XXZ44 ese era el nombre científico del gen reptiliano,
En mi cabeza giraba un remolino de ideas que se unían con todas las imágenes y avistajes de mis días y noches, comencé a pensar que estos seres reptil venían por ese gen perdido, para así poder seguir hilvanando su imperio en esta tierra
En los textos decía que esta antigua civilización había perdido la continuidad del experimento por una guerra desatada en su planeta, que no es más que el interior de nuestra esfera y ahora podría decirse que estaban en condiciones de seguir su magno experimento.
Ya con mi alocada certeza de que venían por mí, me aterrorizaba la idea de ese encuentro, el temor se adueñaba tan adentro hasta mis sueños,
Desde esa tarde sentí como una atracción casi psicótica hacia ese ser, sus escamas, sus gigantes ojos, podría casi sentir su congelada sangre fluyendo dentro de mi,
Así mi mente construyó la decisión de esa misma noche salir bajo el influjo de la luna a tratar de llegar a un encuentro, aunque me aterrara la situación tenía que hacerlo para así poder calmar mi desquicio,
Así emprendí cuando la luna llena estaba en lo mas alto el camino hacia el entubado del rio, las hojas secas rompían el silencio espectral en las oscuras orillas, llegando al lugar ,me corría un sopor helado y extraño por todo mi cuerpo y ahí oí, el aterrador sonido salvaje de las aguas,
Mi conciencia entró en una conexión, imágenes como en un film, cosas que no comprendía, guerras sangrientas, camillas que brillaban como diamantes, rituales y códigos indescifrables.
En un instante pude ver denuevo esos ojos inyectados en sangre, sus pupilas verticales, su fría piel que irradiaba un miedo glacial,
No se si fue el terror o la razón, sufrí una desconexión total, la oscuridad eterna y abismal, y yo flotando en la nada, no se si soñaba o vivía. A un lado de la camilla con aspecto de morgue vi mi brazo derecho que se extendía y una aguda y extraña aguja se hundía lentamente en mi vena, no sintiendo dolor alguno observé que no se detenía, esa inmersión futurista se abría paso entre mis venas,
Mi cabeza era como un gran saco lleno de murciélagos, imágenes efímeras como proyectadas, como si un gran cineasta de las sombras culminara su obra maestra sobre mí,
Oí a lo lejos una voz cavernosa y muy grave como si de un demonio se tratara que me dijo; “volvimos por ti, y volveremos cuando todo esté listo” esa voz que parecía resonar dentro de mi como si a una horrenda pesadilla le conectaríamos en su momento mas hostil un parlante directo a nuestra realidad.
No se cuanto tiempo transcurrió que de un momento a otro como si arrancaríamos una página escrita para comenzar de nuevo, aparecí en la orilla del rio, bajo el sol del mediodía, en posición fetal sobre la verde hierba, en mi brazo derecho una cicatriz en forma de estrella, cinco puntas ya cicatrizadas como si se tratara de una vieja herida,
Totalmente inconexo me levante y emprendí el camino hacia mi casa, algunas personas que pasaban observaban mis claros síntomas de no comprender nada, pero como a ninguno de los humanos parece interesarle las dolencias del otro, no emitían ninguna palabra, en unos minutos pude llegar a mi casa, aun conservaba mis llaves en los bolsillos,
Entré y mi pequeño perro me hizo fiesta como de costumbre, abrí la heladera para tomar un vaso de agua fresca, estaba totalmente exhausto.
Así fue que desde ese día me quedo esa frase sonando en mi interior “Volvimos por ti, y volveremos cuando todo esté listo”
Al cabo de unos meses volví hacerme los análisis para el control de mi diabetes y como si de magia habláramos, mi glucemia estaba normal desde hacía 5 meses, justo exacto cuando tuve esa experiencia, lo cual en este tipo de enfermedad eso es realmente imposible, no había rastros de que haya pasado la enfermedad que tenía hace mas de 30 años.
Y desde ese día tengo que admitir algo, siento un incontrolable hambre y ganas de devorar esas delicadas garzas blancas de las orillas del rio, mi saliva se espesa con solo imaginar su sangre en mi garganta fluir, y su carne roja rubí entre mis dientes rechinantes desgarrar.
ya se está izando como una bandera la luna llena, me voy al entubado negro del rio, ahí donde me interno en las profundas y oscuras entrañas de la ciudad.
DRACONIA – XXZ44 / BERISSO 2024
por F.J.MENVIELLE
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