La Puerta Prohibida que se Abrió en el Congreso
Durante años, una única narrativa oficial dominó la conversación sobre vacunas. Cualquier voz disidente era rápidamente marginada, ridiculizada o silenciada. Sin embargo, un evento histórico en el Congreso de la Nación Argentina, organizado por la diputada Marilu Quiroz, rompió ese silencio. Tal como ella misma reveló, “este encuentro fue difícil de conseguir, este evento quiso ser cancelado varias veces“.
En un foro sin precedentes, que se sintió como una victoria ganada a pulso contra la censura, científicos, médicos y abogados expusieron una realidad alternativa y sorprendente, abriendo un debate que hasta ahora había sido sistemáticamente cancelado. Este encuentro no pretendió cerrar discusiones, sino todo lo contrario: visibilizar una serie de hallazgos y argumentos que la sociedad merece conocer. A continuación, te presentamos un resumen de las siete revelaciones más impactantes que resonaron en el corazón de la democracia argentina.
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1. El “Cóctel Tóxico”: Hallan hasta 55 elementos químicos no declarados en las vacunas
Quizás el hallazgo más alarmante fue el presentado por la Dra. Marcela Sangorrín y la Lic. Lorena Diblasi. Su equipo analizó viales de vacunas COVID (Pfizer, AstraZeneca, Sinopharm), así como de la vacuna del dengue, la gripe e incluso anestesias dentales, descubriendo una composición que no figura en ninguna etiqueta.
Los principales hallazgos incluyen:
• Óxido de Grafeno: Partículas cuyo espectro fluorescente coincide con el del óxido de grafeno, un nanomaterial con propiedades conductoras.
• Metales Pesados: Una lista alarmante de metales como aluminio, cobre, hierro, platino, cadmio y cromo, entre otros, todos tóxicos para el organismo.
• Exceso de Partículas: Cifras que desafían cualquier estándar de seguridad. Un lote de Pfizer, por ejemplo, contenía 70.000 partículas totales por mililitro, incluyendo entre 40.000 y 60.000 partículas del tamaño de 10 micrones, una cifra casi diez veces superior al máximo de 6.000 permitido por la farmacopea para ese tamaño.
La conclusión de la Dra. Sangorrín es tajante: “no son fuente de contaminación sino [que] están puestos intencionalmente”.
“Todos esos elementos no tienen por qué estar en un inyectable y son tóxicos y no tienen ningún sentido para la salud humana son completamente tóxicos y más formando partículas”. – Dra. Marcela Sangorrín
2. La Confesión de ANMAT: El organismo de control admitió que no analiza el contenido de las vacunas
La pregunta inevitable ante un “cóctel tóxico” es: ¿dónde estaba el organismo regulador? La respuesta, expuesta por el equipo científico y legal, es tan simple como demoledora: en ninguna parte.
La denuncia central es que la ANMAT, el ente regulador argentino, confesó en diversas causas judiciales que no realiza análisis sobre el contenido químico de los viales. Su control se limita a un mero “cotejo documental”. Esto significa, para que quede claro, que el organismo aprueba las vacunas basándose en los papeles que le entregan los fabricantes, sin verificar de forma independiente si lo que hay dentro del frasco coincide con lo que dicen esos papeles.
La Lic. Lorena Diblasi reforzó esta denuncia presentando una respuesta oficial que la propia ANMAT les envió, basada en un manual de la OMS/OPS. Dicha respuesta sostenía dos puntos insólitos:
1. Que es “muy difícil” realizar el control de calidad en el producto terminado que sale al mercado.
2. Que los países “subdesarrollados” como Argentina no tienen capacidad de análisis y, por lo tanto, deben “confiar” en los controles realizados por la OMS.
Esta revelación no solo cuestiona la seguridad de un producto específico, sino que socava la confianza en todo el sistema de control farmacéutico del país, dejando al descubierto la desprotección total de los ciudadanos.
3. La alarmante conexión con el autismo: de 1 en 10.000 niños en 1979 a 1 en 31 en 2023
Una de las exposiciones más contundentes fue la de la Dra. Chinda Brandolino y el Dr. Óscar Bota, quienes presentaron una correlación directa entre la introducción masiva de vacunas virales (como la triple viral MMR) y el aumento exponencial del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Las cifras presentadas describen una epidemia silenciosa: la prevalencia de autismo en Estados Unidos saltó de 1 niño cada 10.000 en 1979 a 1 cada 31 en 2023.
La Dra. Brandolino expuso una teoría sobre el mecanismo biológico: las vacunas fabricadas con líneas celulares de fetos humanos abortados contienen genomas completos de ADN. Estos fragmentos, ayudados por el aluminio (un potente neurotóxico), migran al cerebro del niño inyectado y se “hibridan” con sus células nerviosas, causando el trastorno. Además, se denunció que una vacuna ilegal del Instituto Serum de la India, comprada por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y administrada en maternidades argentinas, contenía niveles de aluminio y mercurio 106 y 58 veces superiores al máximo permitido, respectivamente.
4. El “Embarramiento de la Sangre”: una teoría sobre el mecanismo del daño cerebral
¿Cómo se produce físicamente el daño neurológico? El Dr. Óscar Bota presentó la teoría del neurólogo infantil canadiense Andrew Mer, quien describió un fenómeno que llamó “embarramiento de la sangre”.
El mecanismo es el siguiente:
• Normalmente, los glóbulos rojos circulan sin tocarse porque tienen una valencia eléctrica negativa que los repele.
• Los metales pesados presentes en las vacunas, como el aluminio y el mercurio, alteran esa valencia, provocando que los glóbulos se peguen entre sí.
• Este apelmazamiento causa “micro-microtromboembolias” en los capilares más finos del cerebro.
Según esta teoría, es esta obstrucción sistemática de los capilares más finos lo que priva de oxígeno a zonas críticas del cerebro, acumulando el daño con cada nueva dosis. Para Mer, este “embarramiento” es la causa directa del autismo y el daño cerebral.
5. El “Blindaje Perfecto”: Cómo dos leyes otorgan impunidad a los laboratorios y obligan a la población
El andamiaje científico y médico se sostiene sobre una estructura legal que, según los abogados presentes, fue diseñada para garantizar la impunidad. Dos leyes fueron señaladas como los pilares de este sistema de coerción sin responsabilidad.
• Ley 27.573 (Ley de Indemnidad): Aprobada durante la pandemia, otorgó inmunidad patrimonial total a los laboratorios por los daños que pudieran causar las vacunas COVID. Este “blindaje” cubrió a toda la cadena (fabricantes, importadores, distribuidores) y, de forma inconstitucional, prorrogó la jurisdicción a tribunales extranjeros, haciendo casi imposible cualquier reclamo.
• Ley 27.491 (Ley de Vacunación Obligatoria): Esta ley impone la vacunación de forma compulsiva, violando principios fundamentales como el consentimiento informado, la autonomía corporal y la propia Constitución. La ley llega al extremo de permitir que la justicia ordene la vacunación forzosa de niños, incluso contra la voluntad de sus padres.
Esta combinación creó una paradoja legal perversa: los ciudadanos están legalmente obligados a aceptar un producto médico de fabricantes que están legalmente blindados contra cualquier responsabilidad por el daño que este pueda causar.
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Un Debate que ya no Puede Ser Ignorado
El histórico foro en el Congreso no buscó dar respuestas definitivas, sino algo mucho más fundamental: abrir una puerta que había sido sellada con cerrojo. Su objetivo fue visibilizar un tema crucial para la salud pública y devolverle a la sociedad y a la ciencia un debate que merecen tener, libre de censura y dogmatismos.
Ahora que estas voces han resonado en el corazón de la democracia argentina, la pregunta queda flotando en el aire: ¿puede la sociedad permitirse seguir ignorando estas graves denuncias?
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